domingo, 17 de agosto de 2008



La memoria del olvido se retuerce, mientras intenta alcanzar los pequeños atisbos de las escenas que se escapan, y florecen sin compasion frente a su conciencia.
Añorando aquellas que se desvanecen y extinguen dentro de su cabeza, como recuerdos inexistentes, punzantes, azules, liberados en su ausencia.

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